Mis versos son verdades incompletas, nacidas en los instantes de una mirada entre párpados intimidados; un acercamiento fugaz a la forma en que unos brazos yacen apoyados, al color brillante de un suspiro, a la exigencia de alegría o tristeza que guardan los pequeños gestos que apenas se perciben, a las lágrimas de la emoción estética...; afloran como un saber dormido en una idea que despierta.

porque yo, soy poeta, leo las almas

y cuento las lágrimas de la vida.

(Pasos de Arco Iris, 2ª edición. Amarillo-Violeta, poema XVIII).

*

Me gusta definirme como: "amiga de las Horas, que custodian las puertas del cielo, de la lluvia, el silencio y sus colores".

sábado, 21 de diciembre de 2019

LA NAVIDAD: LUCES, SOMBRAS Y ESPERANZAS

Las luces navideñas brillan iluminando los rostros, emergen de ellos pálidas miradas escabulléndose del temblor y la soledad del náufrago; miradas sin la luz clara y limpia de la alegría, sombras de seres perdidos, derribados por el peso de la incertidumbre, seres desposeídos de si por discursos ajenos: consignas que resuenan sin cesar difuminando la línea clara que separa lo que está bien de lo que está mal. Campanas de codicia que aprisionan y enajenan los espíritus llevándolos a perder la identidad que los define, sumiendo su aura en un estado confuso de inmadurez e infelicidad.
Advertir esto me hiere, araña mi espíritu y mi esperanza tiembla. Y entonces, me distancio, me refugio en el monasterio de mi ser sumida en un pacifico silencio e imagino miradas amorosas, gestos afables, sonrisas llenas de alegría saltando entre el gentío errante; cierro los ojos e ideo lluvias de colores avivando la llama de la vida y me agarro a la idea de un mundo con sentido humano.
Cuando mi esperanza resquebrajada está a punto de marchitarse, de pronto, veo un niño ensimismado, observando atento un violín que suena templado por la mano experta de un músico y se alborota en mi la fe en el futuro.
Los días navideños nos envuelven con la magia y la inquietud de los reencuentros. Magia porque nos da alegría volver a ver a los nuestros a los que, por el trabajo o la distancia, vemos en contadas ocasiones y con frecuencia solo en estas fiestas. Inquietud porque con la familia nos sentimos como partidos, como si fuésemos dos: uno el que somos en este presente y otro el que fuimos y somos aún en sus ojos. Cuando estamos con ellos sentimos una exigencia sutil que nos empuja a ajustarnos a la imagen que guardan de nosotros, fija, como si se tratará de una foto en un álbum polvoriento. Queremos hacerles felices y de una forma apenas perceptible, empezamos a actuar ajustándonos a ese retrato, haciéndonos así extraños a nosotros mismos. 
También nosotros sentimos la necesidad de que permanezcan fieles a la imagen que guardamos en nuestro álbum de recuerdos, esa imagen que nos hace sentir seguros, en una arcadia feliz que seguramente no existió. Pero el tiempo nos ha cambiado; las pinceladas sucesivas de la vida van pintando un retrato particular de cada uno de nosotros, con tonos y matices propios. Somos el trasluz de nuestra memoria y no podemos ajustarnos a ninguna imagen fija, a ningún retrato del pasado. Esto que, respecto a nosotros mismos, vemos con claridad, nos cuesta aceptarlo en los demás; nos frustra comprobar que no se ajustan a la imagen que tenemos de ellos y con frecuencia reaccionamos cargando de pequeños reproches lo que debería ser un tiempo de gozo. 
Salir del grupo, convertirte en individuo, madurar, es lo único que permite relacionarse con los demás de forma libre y satisfactoria.
Para evitar que el ambiente en nuestro encuentro se enrarezca, propongo que, al reunirnos, dejemos fuera nuestros pequeños reproches, exigencias, problemas sin resolver y, en lo posible, entremos con el alma en blanco para celebrar unidos la Navidad como algo iniciático; quizás así, podamos crear uno de esos momentos perfectos en los que no sobra ni falta nada; esos momentos en los que reina la armonía, que viene siempre cargada de serena felicidad.

¡Feliz Navidad! Que el año próximo os traiga nuevas luces de esperanza y muchos momentos de serena felicidad.

©Florentina Gómez Guasp.

 CHRISTMAS: LIGHTS, SHADOWS AND HOPES

 Christmas lights shine illuminating the faces, pale looks emerge from them escaping from the trembling and loneliness of shipwrecked; glances without the clear and clean light of joy, shadows of lost beings, torn down by the weight of uncertainty, beings dispossessed of themselves by other people's speeches: slogans that resonate endlessly blurring the clear line that separates what is right from what is wrong.
Greed bells that imprison and alienate the spirits, leading them to lose the identity that defines them, plunging their aura into a confused state of immaturity and unhappiness.
To be aware of this, hurts me, spider my spirit and my hope trembles. And then I distance myself, I take refuge in the monastery of my being plunged into a peaceful silence and imagine loving looks, gentle gestures, smiles full of joy jumping among the wandering crowd; I close my eyes and devise rains of colors fanning the flame of life and clinging to the idea of a world with human sense.
When my cracked hope is about to wither, suddenly, I see a child absorbed, watching attentively a violin that sounds tempered by the expert hand of a musician and my faith in the future is reborn again.
 The days of Christmas we surround with the Magic and the restlessness of the family meetings. Magic because we’re glad to see the people we love that, due the distance or the work, we hardly see and frequently only on Christmas day. Restlessness because with the family we feel as if we be divided, as if we were two persons: the one we are at present and the one, which we were and still be in their eyes. When we are with them we feel a subtle demand that pushes us to adjust to the image they keep of us, fixed, as if it were a photo in a dusty album. We want to make them happy and in a barely perceptible way, we begin to act by adjusting to that portrait, thus making us strangers to ourselves.
We as well need they remain faithful to the image that from them we keep in our album of memories, those image that makes us feel safe, in a happy paradise that surely not existed. But time has changed us; successive brushstrokes of life have painting a particular portrait of each of us, with tones and nuances of our own. We are the light of our memory and we cannot adjust to any still image, to any portrait of the past. This which we see clearly when it comes to ourselves, we have trouble accepting it with respect to others. It frustrates us to see that they do not fit the image we have of them thus we often react by charging with small reproaches what a time of joy should be.
Leaving the group, becoming an individual, maturing, is the only thing that allows us to relate with the others freely and satisfactorily.
To prevent the environment in our Christmas meeting will becoming rarefied, I propose that, when we meet, we leave out our small reproaches, demands, unresolved problems and, if possible, enter with the soul in white to celebrate Christmas together as something initiatory; perhaps in this way we can create one of those perfect moments in which no left over or missing nothing; those moments in which harmony reigns, which is always loaded with serene happiness.

Merry Christmas! May next year bring you all new lights of hope and lots of moments of serene happiness.

©Florentina Gómez Guasp.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

MI NUEVO LIBRO

Pronto saldrá publicado mi nuevo libro:

“LOS ESPACIOS SINUOSOS DEL TIEMPO”

¿Cómo definir el tiempo en su breve inmensidad? Moverse en la pequeñez de tus propios límites y ser, en el espacio infinito del cosmos. Venir a la luz y crecer al compás de la tenue voz de sus soles; asumir el efímero instante que poseemos y seguir en pie cuando su faro quede en silencio.     
¡Qué difícil comprometerse con la fugacidad de la existencia! No prodigar sin sentido el tiempo, como si fuéramos inmortales. Enriquecer con nuestro corto tiempo el territorio íntimo del universo.

Los versos de este libro transitan sobre algunas facetas del tiempo y la dicotomía entre el tiempo íntimo finito y el eterno movimiento del universo.

Aquí tenéis un poema de “Los espacios sinuosos del tiempo”


EL TIEMPO ES EXTRAÑO


El tiempo es tan extraño,
su ritmo silente de luz y sombra
nos alcanza desgranando las horas. 
En su transcurrir somos tan solo 
pequeños soldados de sus fracciones, 
diminutas figuras cambiantes 
luchando desarboladas 
contra su exactitud implacable.
¡Es tan extraño el tiempo!
A veces parece tan próximo,
tan cercano a nuestro acontecer,
que casi podemos palpar
las diminutas partículas 
de su dorado péndulo centelleante,
sorberlas con el aire que habita 
en el terreno vivo, ese espacio neutral 
en el que somos lo que queremos ser.
Otras veces huye de nuestros labios 
y desafiante cabalga sobre las luces, 
afinando los pulmones con notas rotas,
entrecortadas,
que despiden los años entre nieblas
de dudoso espesor.
Y nosotros, puntos solitarios del universo,
siempre al filo de su enigmática brevedad,
vamos de ayer a hoy en busca del mañana.
Volver atrás, llegar aquí, marchar en pos,
todo por llegar a ser
aquellos que soñamos un día de sol claro
en nuestra ficción oculta,
antes de que tomara las riendas
su vencimiento,  
antes de que fuéramos juguete 
de su ajeno devenir.
¡Qué extraño es el tiempo!

©Florentina Gómez Guasp

viernes, 1 de noviembre de 2019

NOVIEMBRE

UN DÍA PARA BENDECIR Y OTRO PARA RECORDAR


Hoy, primero de noviembre, se celebra el día de “Todos los Santos”, un día para honrar a los Justos, a la Buena Gente del mundo; esa gente que va más allá de sus obligaciones laborales, cívicas, sociales o familiares para hacer la vida más agradable a los demás, casi siempre con pequeñas cosas, cosas que podrían parecer insignificantes pero que no lo son en absoluto: una sonrisa en un momento determinado, sin que lo percibamos porque su labor es silente, puede expandirse y generar un océano de alegría.
No estoy hablando ahora de los grandes hombres cuya vida es loada por todos; no, hablo de la gente que está siempre atenta a los demás y trata a todo el mundo con respeto; de todos aquellos cuyo comportamiento expresa siempre lo mejor del ser humano, es decir: “La Buena Gente del Mundo”.  
La Buena Gente no se debate en que hacer o no hacer frente a los retos o situaciones que les presenta la vida, sencillamente hace lo correcto porque hacer lo correcto, es su natural. 
Honrémosles emulando su comportamiento, de esta manera, empezando desde nosotros mismos, podremos construir un mundo mejor para todos.

Y mañana, dos de noviembre, día de “Los Fieles Difuntos”, es un día para recordar a aquellos a los que quisimos y ya no están. 
Yo los recuerdo a través de pequeñas cosas, como las postales con una rosa llena de purpurina que siempre me mandaba mi abuelito por mi cumpleaños, aún ahora hecho de menos esas cariñosas felicitaciones así como la mirada tierna de sus profundos y amorosos ojos azules; recuerdo también, las pequeñas manías de mi madrina, la tía Pilar, nunca se recuperó de la guerra civil y permaneció toda la vida como una niña, siempre fue muy cariñosa conmigo; Y recuerdo a otras personas que, siendo o no de mi familia, dejaron una profunda huella en mi y que guardo con un profundo respeto en mi memoria.
Puede que otros tengan una visión diferente de esas mismas personas, pero no dejo que nadie imponga su recuerdo sobre el mío ya que la huella que dejaron en mi, es mía, la construí en el aprendizaje de la vida y forma parte de mi ser más íntimo, de mi definición y, en todo caso, es mi verdad.
Todas las personas que hemos conocido, aquellas a las que hemos querido y ya no están, forman un conjunto de voces interiores que te afirman en los momentos difíciles, son armas de experiencia, puntos de apoyo en el silencio de nuestra voz interna. Los recuerdos son nuestra historia particular y única, raíces desde las que elevar el árbol del futuro. 


Feliz día de Todos Los Santos y dulce transitar por los recuerdos.


A DAY TO BLESS AND ANOTHER TO REMEMBER


Today in Spain is celebrating the day of "Todos Los Santos", a good day to honor the Just, to bless the Good People of the world. People who go beyond their working, civic, social or family duties to make other people live better; nearly always with little things that may seems not too important but sometimes a smile could become an ocean of joy.  
I’m not talking about the great men whose lives are exemplary for everybody; no, I'm talking about the people who really cares, who pay respect to the others; to sum up, I talking about all of one who always express in their actions the best of the human being: “The Good People of The World”.
The Good People when have to face challenges or troubles, they don't waste time thinking things over for a long time, not waste time asking themselves what to do or not to do, they simply do the right thing; because do the right thing is their natural behavior.  
We may Honor them emulating his conduct, starting inside ourselves, in this way perhaps we may make a better world.

And the second of November day of "Los Fieles Difuntos", is a day to remember all the people we loved and disappeared. I think is a way to remain them alive in our mind.
I remember little things, as the beautiful postcards with flowers that my grand-father sent me all my birthdays and also how he used to look at me with his deep loving blue eyes. I can still recall my godmother, aunt Pilar, she never recovered of the civil war and remained all her live like a little girl, she was always so kind to me. And I also remember other persons, belonging or not to my family, that left a deep paw print on me and I keep them in my memory with a large respect.    
Perhaps other remember the same persons in a different way I do, but I don't allow them impose their memories upon mine, because I built my memories while I learned to live and they belong to the most intimal part of me; they belong to my definition, and anyhow it’s my verity.
All the people we have met, those whose we have loved and have lost, form a set of inner voices that affirm us in difficult times, are weapons of experience, points of support in the silence of our inner voice. all our Memories are our special and unique history, roots from which we can raise the tree of the future.

Good day of “Todos Los Santos” and sweet walk for your memories.


©Florentina Gómez Guasp

domingo, 18 de agosto de 2019

LA MIRADA DEL POETA Y DEL PINTOR

La mirada del poeta y del pintor se parecen mucho; ambos, al observar, nos unimos a la luz e intuimos más allá de lo que muestra. Son breves momentos, fulminantes albores en los que nos atrapa la grandeza de una leve sonrisa que se escapa, la profunda tristeza de unos ojos llenos de pesar; o sencillamente, un soplo puro de tiempo en el que todo es exacto y rebosante de plenitud. No somos siempre conscientes de ello, con frecuencia nos defendemos de esa sensibilidad, porque captar las cosas con tanta intensidad nos hace frágiles. La luz en nosotros se abre con una realidad diferente, despejada de lo que, a simple vista, el ojo ve. Lo que oculta en su interior se nos aparece en escalones variados, enlazados con tonalidades diversas de color, desde aterciopelados sonidos envolventes hasta chirriantes grises llenos de estridencia; todo ello unido en un punto que asume la totalidad. Es un instante apenas, pero posee nuestro ser con una clarividencia casi mística.

Confieso que mis sentidos aman la obra de Braque. Sus cuadros se apoderan de mi atención en el mismo instante en que mis ojos los ven. Cualquiera de sus obras atrapa mi mirada, absorbiendo de tal manera mi ánimo que desaparece el mundo circundante y entro en comunión con los colores y las formas; es una especie de armonía íntima, que me llena de una exultante paz. 

¿Porqué nos gustan unos cuadros más que otros? o, ¿porqué hay poemas que nos emocionan y otros no captan nuestro interés?  
No tengo respuesta, supongo que existen afinidades que tienen que ver con la peculiar forma de ser y procesar las experiencias vividas; sutiles tendencias al manejar la realidad y su comprensión, que traspasan el tiempo y el espacio. 

©Florentina Gómez Guasp, todos los derechos reservados

viernes, 19 de abril de 2019

23 de abril, un buen día para iniciar una aventura.


Si tu alma está rota y tu luz herida, coge un libro y lee: los libros son los mejores remedios.

LEER UN VERSO

¿Qué corazón puede ser 
tan extraño a la vida
que no lea siquiera 
dos versos o aliente
el palpitar de su alma 
por un amor,
buscando una rima?
¿Quién no ha sentido,
alguna vez,
un dulce temblor
al recorrer unos versos,
advirtiendo en ellos 
su sentir oculto,
confortando así su ánimo?
Los versos son flechas,
tensadas en el arco firme
del misterio, flechas viajeras
que se lanzan al encuentro 
de una unión cercana a lo infinito.

©Florentina Gómez Guasp, todos los derechos reservados.

sábado, 23 de marzo de 2019

Un poema primaveral


CRISÁLIDA

Ahora que la aurora
abre sus colores amarillos
y el mundo
ya no tiene paredes,
ten cuidado,
pequeña amapola vespertina,
porque el sol quema
las delicadas alas de las mariposas
y la fría mirada del invierno,
seca sus colores cálidos.
Debes saber que las apariencias
son engañosas:
las rosas tienen espinas
y las luces, a veces,
son solo oscuridades
olvidadas por la noche.
Desconfía del canto de los juncos,
arrastran a ciénagas peligrosas
de las que no se sale.
Y guárdate 
de las noches tormentosas
porque las zarpas del viento,
arañan
las manos aterciopeladas del alma.
Solo la amorosa primavera
crea armonías libres
para germinar.
¿Cómo explicarte, crisálida,
todas estas cosas,
si tus ojos solo ven el infinito?


(“Pasos de Arco Iris”, Amarillo-Violeta ©Florentina Gómez Guasp)

domingo, 10 de febrero de 2019

Feliz día de San Valentín-Happy Valentine'Day

El amor, como la música y las matemáticas, es un lenguaje universal.


Para celebrar la alegría del amor os brindo el poema “MI CABALLERO”.
Feliz día de los enamorados.

MI CABALLERO

¡Qué triste viene mi caballero!
con la espada caída
y la mirada en ella,
mi caballero,
¡qué triste viene!
Deja tu rostro vencido
en la puerta,
abandónalo en la entrada
como a un enemigo,
que no pase.
Eleva tus ojos
hasta encontrar los míos,
mi caballero,
mira que mañana la aurora
abrirá con su luz una esperanza.
Aparta este orgullo,
es un consejero infiel,
ensombrece tu noble semblante,
nubla tu mente y da licencia
al desasosiego.
Dale descanso a tu alma
en mi ternura y deja
que la brisa de mis labios
disipe la niebla que te aflige;
mañana, será escarcha.
Es solo una batalla; habrá otras,
en las que la amorosa alada
vendrá a buscarte
con su carro victorioso.
Ahora debes dar reposo a tu cuerpo
y las luces del alba
hallarán tu espíritu, vacío en esta hora,
lleno de sabiduría
para que puedas encontrar salida
a esta derrota de hoy.
Duerme mi audaz guerrero
que yo velo tu sueño,
préndete del cobijo de mis brazos
que yo te guardo;
formaré con mi sombra una estancia
que no perturbará, ni siquiera la luna.

(“Pasos de Arco Iris”, Rojo y Verde).