Os invito a una reflexión con el poema primero de mi libro “La sombra impía del miedo”
-I-
Confiados en la falaz inmovilidad
observamos, con rosto impasible
y pausada indiferencia,
como se apareja el siniestro navío
que conduce al miedo.
Distraídos por firmes convicciones
no advertimos sus fauces violentas
ni los tenebrosos augurios
de su incisiva proa.
¡Estamos tan embebidos y cegados
por la cotidiana seguridad!,
siempre engañosa,
tan fiados en nuestra idea de futuro,
que ignoramos, con incauto desdén,
el delicado momento
en que infla su poderoso velamen,
¡es apenas un instante!,
y ya solo existe su premura,
su insólita rapidez para llevar la nave
a sus opacos dominios
preñados de agitados mares
y engañosas calmas,
presagio de las confusas borrascas
que le son propias.
Presos ya en él, desasistidos,
navegamos, abatidos, a la deriva
sin brújula ni propósito,
manejados por el absurdo rapto frenético
de sus razones amenazantes.
Es extraño, casi siempre lo intuimos,
notamos su sigilosa y creciente proximidad,
su turbulenta y fría red
ahogando el germen de la alegría;
mas, igual que almas derrotadas,
elegimos desdeñar
las señales que anuncian su ferocidad.
Acomodados en nuestra razonable idea
dejamos pasar el tiempo sin tomar en cuenta
los terribles vaticinios que muestran los actos
que alberga su sombría naturaleza.
¡Pobres vencidos caminando ya sin vida propia!
©Florentina Gómez Guasp
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