En estos tiempos de confusión LA BUENA GENTE DEL MUNDO, LOS JUSTOS, son negados, convertidos en extraños, señalados como enemigos por esos personajes “salvadores” que se adueñan del aire y nos roban la verdad y la esperanza, sumiéndonos en una oscuridad en la que solo existen ellos y su verdad parcial.
La buena gente ahora es invisible, solo vemos a los que nos amedrentan a los que nos amordazan, a aquellos que nos quieren acobardar.
A donde ha ido la alegría, ¿dónde están las miradas libres llenas de luz? solo podemos ver apesadumbrados atisbos desgarrados por la desesperanza.
¡Cuánta gente invisible y cuánta desesperanza!
Pero no, no nos dejemos vencer por el desánimo, aunque quieran arrebatarnos la condición humana y sumirnos en una absoluta miseria espiritual y económica no podrán conseguirlo porque la buena gente existe, son la sal de la tierra y en sus manos, sostienen la luz de la esperanza.
La miseria es una sombra larga
de dientes afilados,
son sus puntos cardinales
los silencios de pesado paso;
se oculta en todos ellos
con labios de sonrisa muerta
y ojos desangrados.
La vemos
con un saber roto, sin nombre,
con otro “yo” de mirada lejana
y nos deja en el rostro
un rictus trágico,
mitad miedo, mitad horror;
y nos conformamos
con su oscuridad sin esperanza.
Dame tu mano y la tuya,
Dadme, todos, la mano;
construyamos un mundo de alegría
en el que germine, por fin,
la claridad de la justicia.
Copyright © Florentina Gómez Guasp
2 DE NOVIEMBRE DIA DE LOS FIELES DIFUNTOS
Recordando a aquellos que se han ido para siempre, me rebelo ante la señora de las sombras:
DUEÑA DE LAS SOMBRAS
A veces pienso en ti,
extraña dueña de las sombras,
mujer despiadada sin rostro.
Caminas entre nosotros sigilosa;
con tu gélido silencio te acercas,
algunas veces tanto,
que sentimos el roce de tu aliento
golpear con profundo dolor
nuestra alma.
Todos tememos
tu cercana presencia
y, sin embargo,
cantamos, cada día, tu canción
con los compases del reloj.
En ti, soberana de la oscuridad,
está escrito el adiós de todos,
aquel
que deja una huella indeleble:
tu mirada sin ojos,
nos obliga a decir adiós
para siempre.
“Algunos adioses sin respuesta”
Copyright © 2014 Florentina Gómez Guasp
Todos los derechos reservados.
ISBN-10: 1503383180
ISBN-13: 978-1503383180
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