Existen
sombras
que
deshabitan tu mirada
y yo quiero
tus ojos
para que me
miren hoy
desde tu
corazón abierto.
Limpia,
pues, esas estancias
que dejaste
pobladas de
espectros,
agazapados
en el olvido;
están
formando ejércitos:
hordas de
bárbaros
que
destruirán
los palacios
de la vida.
Camina, si
lo necesitas,
dos pasos
atrás,
yo te espero
mientras el
viento fresco
disipa la
niebla y sus dudas,
vienen del
ayer y te atrasan.
Yo te
ofrezco presente puro
y una
intuición de futuro.
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