Mis versos son verdades incompletas, nacidas en los instantes de una mirada entre párpados intimidados; un acercamiento fugaz a la forma en que unos brazos yacen apoyados, al color brillante de un suspiro, a la exigencia de alegría o tristeza que guardan los pequeños gestos que apenas se perciben, a las lágrimas de la emoción estética...; afloran como un saber dormido en una idea que despierta.

porque yo, soy poeta, leo las almas

y cuento las lágrimas de la vida.

(Pasos de Arco Iris, 2ª edición. Amarillo-Violeta, poema XVIII).

*

Me gusta definirme como: "amiga de las Horas, que custodian las puertas del cielo, de la lluvia, el silencio y sus colores".

lunes, 22 de diciembre de 2014

UN AÑO MÁS

Se acercan las fiestas navideñas llenas de reencuentros y recuerdos cargados de sentimientos en los que la línea que divide la alegría y el desasosiego es tan fina que a menudo se rompe y nos sumerge en un universo confuso, como si estuviésemos navegando entre dos aguas; o viviéramos en dos planos al mismo tiempo.
Con los recuerdos y reencuentros el pasado irrumpe de forma abrumadora y, a menudo, trae consigo malestares, resquemores y rencores que, más o menos, tenemos dormidos o controlados. De pronto, todo esto nos turba y nos llena de inquietud.
Las cosas que nos molestan del pasado son en general reproches que nos hacemos a nosotros mismos por no haber resuelto bien determinadas situaciones, sin pararnos a pensar que entonces éramos menos sabios, más inmaduros y no teníamos poder suficiente para resolverlas de forma satisfactoria y se quedan ahí, como exámenes suspendidos generando una sensación de culpa, que va más allá de la falta. La vida es una maduración continua y en consecuencia somos cada vez más poderosos para enfrentarnos mejor a variadas situaciones y resolverlas de la mejor manera posible. Y, cuando se cometen errores, el ser humano tiene la facultad de observarse a sí mismo e intentar corregirlos. Así aprendemos a vivir, cada paso nos fortalece, incluso los que damos en los momentos más duros y difíciles de superar; porque todo lo que no nos destruye nos hace más fuertes. Lo importante es no quedarse fijado en el pasado sin progresar.
El final del año es un buen momento para meditar y deshacerse de esos malestares que nos encadenan al pasado y no nos dejan avanzar. 
No perdamos tiempo, pues, con el pasado: no lo podemos cambiar; pero podemos construir momentos serenos y felices con lo que hemos aprendido de él. ¡hay tantas cosas que nos pueden dar momentos de alegría! Esos momentos son los cimientos que nos permiten edificar un futuro mejor y más feliz.

Felices Fiestas.
Que el año próximo os traiga, cada día, un momento de serena felicidad.



ANOTHER YEAR

   
The Christmas days are close with encounters and memories full of feelings in which the line between joy and anxiety is so fine that often breaks and immerses us in a confusing world, as if we were sailing between two waters; or lived in two planes simultaneously.
With the encounters and memories, the past appears overwhelmingly and often brings with it discomforts, resentments and grudges, which we have more or less asleep or controlled. Suddenly all these fill us with restlessness.
The things that bother us of the past are generally reproaches we do ourselves for not having resolved well certain situations, without stopping to think that then we were less wise, more immature and we did not have enough power to resolve them satisfactorily and they stay Hence, as exams suspended generating a feeling of guilt, which goes beyond the foul. Life is a continuous maturation and therefore, we are increasingly powerful to better deal with various situations and resolve them in the best way possible. And when mistakes are made, the human being has the ability to observe himself and try to correct them. So in this way we learn to live, every step strengthens us, even those we made in the hard moments and difficult to overcome; because whatever does not destroys us makes us stronger. The important thing is not to remain fixed in the past without progress.
The end of year is a good time to meditate and get rid of those discomforts that bind us to the past and keep us moving forward.
Do not waste time, then, with the past: we can not change it; but we can build serene and happy moments with what we have learned from it. There are many things that can give us moments of joy! Those moments are the foundations that allow us to build a better and happier future.

Merry Christmas.
May the next year bring you every day, a moment of quiet happiness.


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