Si tu alma está rota y tu luz herida, coge un libro y lee: los libros son los mejores remedios.
LEER UN VERSO
¿Qué corazón puede ser
tan extraño a la vida
que no lea siquiera
dos versos o aliente
el palpitar de su alma
por un amor,
buscando una rima?
¿Quién no ha sentido,
alguna vez,
un dulce temblor
al recorrer unos versos,
advirtiendo en ellos
su sentir oculto,
confortando así su ánimo?
Los versos son flechas,
tensadas en el arco firme
del misterio, flechas viajeras
que se lanzan al encuentro
de una unión cercana a lo infinito.
©Florentina Gómez Guasp, todos los derechos reservados.
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