Mis versos son verdades incompletas, nacidas en los instantes de una mirada entre párpados intimidados; un acercamiento fugaz a la forma en que unos brazos yacen apoyados, al color brillante de un suspiro, a la exigencia de alegría o tristeza que guardan los pequeños gestos que apenas se perciben, a las lágrimas de la emoción estética...; afloran como un saber dormido en una idea que despierta.

porque yo, soy poeta, leo las almas

y cuento las lágrimas de la vida.

(Pasos de Arco Iris, 2ª edición. Amarillo-Violeta, poema XVIII).

*

Me gusta definirme como: "amiga de las Horas, que custodian las puertas del cielo, de la lluvia, el silencio y sus colores".

lunes, 25 de julio de 2022

LA FUERZA DE LAS PALABRAS


La fuerza de las palabras reside en la unión intima que guardan al concepto que expresan, habita en la lealtad que mantienen a su significado puro. La profunda simplicidad de la idea que representan enciende una potente luz que abre la conciencia acercándonos a la verdad, dándonos los útiles necesarios para ordenar el caos y comprender mejor el mundo. Pero si las palabras se tuercen y se alejan de sí, caen desamparadas presas en los laberintos de la incoherencia.

 

 

PALABRAS ENAJENADAS

 

Las palabras, solas, son soberanas, libres,

no tienen dueño ni yugo; guardan 

en sus delicadas letras, 

de sonidos entonados, un significado puro, 

una tendencia determinada

hacia la etérea verdad que amparan.

¡Mas hay! si alguien las usa 

y dispone de la razón de su materia 

sin atender a su virtuosa fidelidad a la idea,

a su nítida expresión o, tan solo, 

piensa sus dormidas letras sin respeto;

entonces, las palabras quedan cautivas,

intrincadas y sutiles ataduras 

se perfilan en torno a ellas con tenues tonos, 

apenas definidos 

y ya cargados de extrañas amenazas, 

de impulsos 

que desafían la música de sus sílabas

con un quejoso y confuso ruido

que quebranta sus delicados ecos. 

¿Dónde queda su verdad, su sentir profundo

cuando las palabras 

se cubren de oscuras luces, 

de colores intrusos 

que infiltran su menudo espacio

dejándolo apenas abarcar un soplo?

De boca en boca transitan, presas, desfiguradas, 

¡tantas veces enajenadas por emotivos tintes!

Alejadas de su obligado deber, 

se hacen extrañas a su fuerza y así, debilitadas, 

se apartan de su inicial propósito y mueren, 

las palabras, ajenas a sí mismas, mueren.

 

“El filo de las palabras”

Copyright © 2016 Florentina Gómez Guasp

Todos los derechos reservados.

ISBN-10: 1537722298

ISBN-13: 978-1537722290

 

 

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